Lykantropofagia

Matter of Fact, It's All Dark

“I am you; you are me. You are the waves; I am the ocean

Published by Lykano under on 15:33


Existe una atracción que he tenido durante toda mi vida hacia el agua y sobre todo hacia el Mar, normalmente siento una comodidad increíble al estar rodeado por agua, al flotar al sentir esa sensación que debe ser tan similar a volar. Cuando estoy en el agua me parece que estoy en mi elemento natural, el cual me hace sentir en casa, protegido… a salvo. Siento una pertenencia impresionante cuando me rodea el agua, como si hubiera nacido para estar siempre ahí, me siento más fuerte, completo, como si solo pudiera ser yo cuando nado. Tengo cierta identificación con el Océano, incluso cierta envidia, la paz, el moverse rítmicamente con el viento y las nubes, el acariciar tranquilo de las olas a la costa, y la pasión… el mar en su tranquilidad taciturna encierra la pasión más desenfrenada que pueda existir, el Océano en su inmensidad es el misterio más hermoso que he visto, sentido, tocado, palpado, incluso saboreado… y me agradan cada uno de sus aspectos, observar su inmensidad es tan purificante, diría incluso catártico en el sentido de la desesperación que solo termina siendo conformidad ante la simple observación de su maravilla. Siempre he considerado el agua como un elemento femenino, me gusta verla de esa forma en el momento que me acaricia con tranquilidad al nada, a pesar de eso el Mar es una figura masculina ante mis ojos y emociones, un amigo, un compañero de sentimientos, una figura paterna incluso, alguien con quien compartir la tristeza que ocasionan las ansias de libertad.



¿Es acaso el Mar libre? Claro que no, es libre en la medida que es limitado en cada uno de sus extremos, como yo, como todos; el cuerpo, la cárcel elemental que nos entrega la vida es el primer limitante que le permite a nuestras almas desarrollarse y aprender de los errores humanos… así como el Mar y yo estamos encarcelados y atados con grillas por toda nuestra existencia mortal. El mar, el agua, en sus sueños de libertad en ocasiones se alían con el Sol para ser levantados de la tierra y observar la tierra desde la altura para gozar de un poco de libertad siendo transportados por el frío viento de las alturas, para luego caer nuevamente a la tierra y deleitarnos con el frío refrescante que nos trae la lluvia. Pero el mar en su pasión y desesperación se revela con furia contra las costas y las tierras cercanas a el para vengarse y luego volver a sus desesperantes limites. El Mar, una figura masculina, ¡pero claro! Si es el amante eterno de la Luna. La Luna, esa hermosa y pura doncella que asustada de la pasión eterna, imperecedera y furiosa del Sol se refugia noche tras noche en la enormidad pacifica del Mar, para ser acariciada por sus olas, y ser oculta en la oscuridad húmeda de él… Juntos pueden desatar la pasión más tierna que puede existir, juntos pueden crear el amor mar hermoso que pueda ser imaginado en la inmortalidad de sus naturalezas, juntos pueden hacer que la vida se vuelva un ciclo interminable, ajeno a toda rutina que solo esta acompañado por el amor más profundo jamás pensado en la naturaleza ajena a toda mortalidad. De el cual los humanos solo podemos disfrutar un reflejo.

LED ZEPPELIN - THE OCEAN


2 comentarios:

Álvaro dijo... @ 27 de marzo de 2010, 12:03

me pasa lo mismo, pero con el elemento Aire! :)
mirar las nubes, setir el roce del viento en la cara, etc...

fabrizzio el tiburón dijo... @ 15 de marzo de 2012, 18:40

Hola, llegué aquí sin ninguna premeditación, una mera casualidad provocada por google, al teclear "dark side of the moon". Me quedé a leer. Me resultó admirable tu capacidad narrativa de abstracción para expresar tanto y tan claro un sentimiento o una idea. Lo tuyo no es narrar historias, sino describir ideas y me parece que tienes talento. No lo dejes hermano.
A propósito me pasa algo similar con el mar, te dejo el link por si lo quieres apreciar.
http://parrafraseandole.blogspot.com/2010/01/una-bonita-amistad.html

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