Es extraño pensar que ella, tan lejana, distante, solitaria en la oscuridad celestial pueda provocar tanto en mí. Desde niño me sentí atraído a ella, incluso fue una de las primeras palabras que pude decir con mediana coherencia, pero desde el momento que mis infantes ojos se iluminaron con su plateada luminiscencia supe que nunca dejaría de mirarla, desearla y soñarla en cada momento.
La luna a deslumbrado a miles durante la historia, su belleza es insuperable, por lo tanto es difícil no sentirse fascinado por ella. Centenares de desesperados y pobretones pretendientes en un ardid de romanticismo, bastante cliché por lo demás, ha regalado la luna a sus inocentes y crédulas enamoradas. Es sin duda uno de los recursos más utilizados por estos necesitados Romeos.
Nada más que un halo de magia rodea a este precioso elemento del firmamento, es que es una visión esplendorosa verla ocultarse entre las nubes, seduciéndome, haciéndome esperar con ansias el momento en el que pueda ver una vez más su hermosa luz plateada. Por que brilla como un ojo vigilante y paciente, el plenilunio plateado, solitario entre la oscuridad de la noche, celoso observador de innumerables noches de pasión, de encuentros de amantes que se pierden en la noche, testigo de amores prohibidos y del lamentar de frías almas solitarias.
La luna, el plenilunio, lo único que he tenido siempre y se que siempre podré acudir a su visión cuando me siento solo, fumar un cigarrillo, disfrutar el frío de la noche, refugiarme en la oscuridad solamente interrumpida por el resplandor acerado de la luna, es lo único que me ha consolado en innumerables ocasiones.
La luna, solitaria, eterna seductora, me seduce en cada noche y me cautiva aun mas en el plenilunio, amante eterna del sol, lo seduce, lo cautiva al igual que a mi, el la persigue eternamente, trata de alcanzarla, abrazarla y vivir la eternidad, el amor de ellos es tan fuerte que cuando se encuentran son capaces de extinguir la luz del sol y ensombrecer por completo nuestro planeta; por que ella, y solo ella, puede regocijarse y absorber para si misma todo el calor, el fulgor y la fuerza del ardor y el brío ardiente del sol. Solo ellos son capaces de dejarnos en la más profunda tiniebla cuando se reúnen para hacer el amor.

Los hombres, como raza, estamos hechos y predestinados a destruir y rara vez a construir, solo es necesario mirar hacia atrás en la historia para darnos cuenta de esto. Pero ¿De que forma entonces planteamos la importancia de la felicidad en nuestra vida si solo logramos destruir? ¿Es acaso posible para el hombre alcanzar la felicidad? O es que solo logramos pequeños, ínfimos periodos de satisfacción que relacionamos con felicidad. Creo que es imposible, absolutamente inverosímil creer en la felicidad… siempre hay algo que nos limita, que hace que todo se destruya y caiga en mil pedazos…
Para muchos el sentido de la vida es diverso, cada quien tiene una respuesta distinta para esa interrogante, pero muchos concuerda en que el sentido de la vida es alcanzar la felicidad. Por lo tanto hay demasiadas personas que viven para esto, utilizan todas sus energías para alcanzar ser felices, pero no lo logran. Leí una vez una historia de Grecia, la época gloriosa obviamente, no recuerdo el año ni los personajes pero se trataba básicamente de un hombre al que le preguntaban quien era la persona mas feliz que es conocía, entonces este hombre menciona a cierto anciano, que vivió toda su vida con la mujer que amaba, que trabajó y disfrutó bastante en su vida, que vio crecer a sus hijos y ayudo a criar a sus nietos y finalmente murió tranquilo en su lecho; entonces nace la pregunta obvia, pero ¿esta muerto, como puede ser el más feliz que conoces? A lo que el hombre responde algo así, la única forma en la que una persona puede sentirse feliz es luego de morir, pero no morir buscando la felicidad, puesto que en nuestra vida cada momento pleno y lleno de felicidad de un momento a otro se puede ver interrumpido por la tragedia y por la desdicha, ningún momento feliz se hace eterno en la vida mortal, debido a que ningún tipo de felicidad terrenal es eterna debido a la “envidia de los Dioses”, la envidia de los dioses se refiere a la cantidad innumerable de situaciones que interrumpen nuestra felicidad, pero no me referiré a ella en este momento por que da para largo.
Pero entonces, ¿deberíamos dedicarnos a la búsqueda de la felicidad? ¿O debemos dejar que las situaciones se acomoden solas y disfrutar lo que nos entrega la vida? El sueño más preciado para muchos es alcanzar la felicidad, y se dedican enteramente a ello, pero no se dan cuenta que alguien tan enfrascado en lograr un objetivo solo se sentirá tranquilo o feliz cuando llegue su destino. Es un concepto vacío remitir nuestra vida al solo hecho de obtener la felicidad, demasiado abstracto para mi gusto. Considero que es mejor ser feliz solo como consecuencia de vivir, aceptando todo lo que la existencia nos entrega.